Ingredientes
Personas: 6 Tiempo:
60 min. Dificultad:
Media
, 350 gramos de arroz arborio, especial para risotto o de centillo, 450 gramos de espinacas, 200 ccs de vino blanco, 1 cebolla, 2 cucharadas de mantequilla, 1 huevo, 1,5 litros de caldo de pollo o verduras, 80 gramos de queso parmesano ,
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Elaboración de la receta Pastel de risotto de espinacas: Vaya por delante que este no es uno de los risottos convencionales sino que se trata de cuajarlo en un recipiente por lo cual debe quedar más compacto que cualquier variedad de risotto, de ahí la utilización del huevo. Para empezar es conveniente que la sartén en la que vamos a guisar sea antiadherente, de esa manera se puede paliar en parte la irritante tendencia de los risottos a pegarse al fondo. Poner la mantequilla en la sartén ( si más adelante vemos que es insuficiente se le puede añadir) y al fuego, cuando empiece a derretirse echar la cebolla y el ajo muy bien picados, en cuanto se hayan ablandado y antes de que se tosten agregar el arroz y dándole vueltas con frecuencia, se deja un minuto para después verter el vino blanco y dejarlo burbujear a fuego vivo hasta que se evapore por completo. Durante el transcurso de lo que se ha hecho hasta ahora se habrá puesto al fuego en un cazo aparte el caldo y la misma cantidad de agua ( si se quiere de sabor más contundente se puede pasar del agua y poner los dos litros y cuarto de caldo) manteniéndolo caliente sin que llegue a hervir. De este cazo con el líquido vamos agregando a la sartén del arroz el equivalente a un vaso o dos, removemos hasta que se haya embebido todo el caldo y repetimos la operación, la norma básica de los risottos es ir suministrando el caldo poco a poco y a medida que lo va absorbiendo el arroz. Cuando el arroz esté a media cocción se le añade las espinacas hervidas, escurridas y bien cortadas. Seguir con el procedimiento de ir vertiendo el líquido poco a poco y a medida que se consuma hasta que el arroz este completamente cocido, un poco más blando de lo que se dejaría para cualquier otro guiso. En este punto ya podemos echar a la sartén el huevo batido remover hasta que esté amalgamado con el arroz y hacer lo mismo con el queso parmesano rallado, cuando esté el queso fundido ya se puede retirar del fuego e irlo pasando al molde o a la fuente cuyo fondo y paredes se habrán engrasado pasándole un poco de mantequilla, conviene ir aplanando con una espátula el contenido de la sartén a medida que se pasa al molde para así hacerlo compacto. Una vez completado el cambio de recipiente dejar reposar el risotto un par de minutos, tras los cuales se vuelca el molde sobre un plato grande o una fuente plana, dejándolo sin desmoldar otro minuto o dos para que se vaya despegando sin forzarlo, pasado este tiempo ya se puede retirar el molde con cuidado y si se ha hecho bien debe verse un bloque de aspecto jugoso pero firme. Ya solo queda rallar por encima más parmesano en la cantidad que cada uno juzgue apropiada.
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