Ingredientes
Personas: 4 Tiempo:
50 min. Dificultad:
Media
, 1 kilo de costillas de cerdo, 20 dientes de ajo, 150 ccs de aceite de oliva, 300 ccs de vino blanco de calidad aceptable, 1 pizca de sal, 1 pellizco de pimienta,
|
Elaboración de la receta Costillas al ajillo: Poner en una sartén amplia, la generosa cantidad de aceite, se le da fuego vivo y cuando este bien caliente echar a freír las costillas, dando vueltas de vez en cuando, con el objetivo de que se doren por igual todas las caras, salpimentamos y retirar con una espumadera para depositarlas en una cazuela de barro (si no se dispone de ella que se le va a hacer, utilizamos una de hierro fundido o una sartén de buena profundidad). En el mismo aceite poner a freír los dientes de ajo con piel incluida y un corte en el centro de cada diente para que no revienten durante la fritura. Mantener a fuego alto hasta que se vea que estén bien dorados. Retirar del fuego y de inmediato, para que no pierda calor, verter en la sartén el vino blanco y con una espátula de madera remover y rascar el fondo para que no queden adheridos los restos de la fritura, esto le dará sabor al plato. Una vez bien mezclado el vino, los ajos y el aceite se agrega a la cazuela de barro junto con las costillas. Poner a fuego alto y dejar que se vayan haciendo volviendo a rascar cada cierto tiempo el fondo de la cazuela con la espátula. En favor de la estética del plato y de la comodidad a la hora de comerlo, es conveniente que mientras se están guisando las costillas, con unas pinzas de cocina largas vayamos extrayendo y desechando la piel de los ajos, unas se habrán despegado por si mismas y solo tenemos que irlas cogiendo con las pinzas, otras seguirán cubriendo el diente de ajo y se debera pinzarlas y agitar un poco para que acaben de despegarse. De esta forma se evitará que la piel de los ajos, una vez haya cumplido su cometido de dar sabor, le resten pulcritud a la presentación. Cuando termine la ebullición, es decir, cuando las burbujas del proceso de cocción dejen de ser grandes y de subir a la superficie con fuerza y rapidez para pasar a ser minúsculas, dando la sensación más de freír que de hervir, será el momento de apartarlas del fuego, dejarlas reposar tres o cuatro minutos y servir. Es aconsejable en el momento de emplatar las costillas, procurar que cada ración vaya bien regada con el aceite y acompañada de patatas a cuadros fritas o al horno.
|